Abramos las manos
El corazón
Y la mente
Al Rey de los Cielos
Porque el Creador
Nos llama insistentemente
Para trabajar en su viña
Con espíritu nuevo.
Para cosechar
Con la brisa clara
De sus montañas
Sagradas.
Para recoger
Entre alamedas de ensueño
Las flores preciosas
De su siembra dorada.
Para almacenar
En sus alforjas infinitas
Las perlas y
esmeraldas
Que adornarán a su amada.
En esa boda brillante
Que encenderá
El amor glorioso
De su celestial mirada.
Mérida 28 de Diciembre de 2011
Autor: Víctor Muñoz Jiménez
Muy acorde tu poema para estas fechas. Se te desea lo mejor para ti y tu familia en el 2012. Un placer leerte.
ResponderEliminarGracias Salvador, igualmente deseo para ti y para todos los tuyos. Paz y Bien.
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