LA POESÍA ES MI RESPUETAS

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El mundo está lleno de preguntas sin respuestas.
Las calles van llenas de almas que buscan soluciones, objetivos y metas.
Las naciones llenas de luces y sombras, se mueven, como cordilleras con ruedas.
Como a otros muchos, me gustaría que el mundo, fuera de otra manera.
Que hubiera paz y justicia por toda la tierra.
Que el amor fuera la llama verdadera, donde todos los seres humanos, encuentren su recompensa.
No puedo razonarlo ni entenderlo pero
humildemente deseo mejorarlo.
Y para ello la poesía es mi respuetas

Mérida 29 de Septiembre de 2011

Atte. Víctor Muñoz Jiménez.

LAS ENSEÑANZAS PROFETICAS DE AMOS

Hoy más que nunca debemos pegar nuestro oído y nuestro corazón al mensaje transformador del Profeta Amos. Es un mensaje universal que cruza las barreras del tiempo, las barreras geográficas y las barreras religiosas, que a veces levantamos los hombres, para desviarnos de la voluntad de Dios. Todos sabemos que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Pues muchos de los tropiezos que Israel tuvo (en la época del Rey Uzías de Judá y del rey Jeroboam II de Israel entre los años 791 a 740 antes de la era cristiana) los estamos repitiendo en nuestra generación actual a nivel global, y la crisis mundial que estamos padeciendo lo atestigua nítidamente. Este profeta nacido en Tecoa al Sur de Jerusalén y que trabajaba como pastor y recolector de higos silvestres fue un hombre ejemplar. Lucho contra el estado y sus mecanismos de opresión, teniendo claro que el juicio hace camino a la justicia y que nada pasa inadvertido al Señor. Con su aguda crítica aconsejó, el restablecimiento de la justicia como fundamento de las relaciones sociales, para aliviar la carga de los empobrecidos por los despropósitos económicos de aquella época. Muchos judíos de su tiempo pensaban que ningún mal les alcanzaría porque eran el pueblo de Dios. Pero se olvidaban de rechazar el egoísmo, la ostentación, la inmoralidad, la idolatría y la opresión del pobre. Pues, la riqueza y el bienestar hicieron que el pueblo pusiera su confianza en sus bienes y se olvidara de Dios; Sabemos que la prosperidad material de Israel en tiempos de Jeroboam II superaba la de David y Salomón. Sin embargo el profeta anuncia el inminente juicio que habría de caer sobre Israel pues aproximadamente 40 años después Israel sería llevado cautivo a Babilonia. Por eso indica la esperanza de que Dios a través de un día malo impondría el reino de la justicia, de la paz y de la dignidad humana sobre Israel. El pueblo de Israel estaba ofreciendo culto sin valor ante los ojos de Dios en Betel y Guilgal, ofreciendo sacrificios, diezmos, quemando pan fermentado, y anunciando públicamente sus ofrendas voluntarias. Pero el Señor decía a través del profeta: Odio y desprecio sus fiestas, me disgustan sus celebraciones. Me presentan holocaustos y ofrendas pero yo no los acepto. Busquen el bien y no el mal para que vivan, así estará con ustedes el Señor. Hagan que el derecho y la justicia corran como el agua. Subrayaré, del mensaje de Amós, que Israel debería basar su eficacia, como pueblo elegido, en su conducta honesta y moral. Durante todo el artículo no he citado versos del libro de Amós (Para que os animéis a leerlo entero, pues es un libro, relativamente corto.) Más si lo haré al final, porque creo que el profeta Amós, fue un profeta certero al transmitir la palabra inequívoca de Dios. Y vimos que las profecías sobre su tiempo y su futuro inmediato se cumplieron. Pero opino que sus profecías alcanzan la diáspora histórica de Israel y llegan hasta nuestros días según se desprende de los versículos: 9: 9., 9:14 y 9: 15 Atte. Víctor Muñoz Jiménez Amós 9:9 Porque he aquí yo mandaré y haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba, y no cae un granito en la tierra. Amós 9:14 Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Amós 9:15 Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová Dios tuyo.

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