Esperaba en este clásico, un espectáculo brillante, con el fulgor de estos dos formulas 1 del futbol
mundial. Pero este fulgor se apagó pasado el minuto 1. El Madrid quería y estaba convencido que iba a tener muchas revoluciones,
para repetir, durante todo el partido
suficientes minutos como el primero, para hacerse con la victoria.
Nada mas lejos de lo que sucedió durante el resto del
partido, pues pasado el primer cuarto del tiempo de juego, sus revoluciones comenzaron a perder poco a poco intensidad. Dando la
sensación a la mitad del partido que sus fuerzas comenzaban a disminuir.
Mourinho tuvo un gran
acierto y un grave error. Acertó al dar la imagen de deportividad y elegancia
que siempre debe tener un entrenador de un equipo tan grande como el Real
Madrid. Pues estuvo impecable en el protocolo con el cuerpo técnico del
Barcelona, especialmente tendiendo la mano al segundo técnico, Tito Vilanova, a
quien en el partido del Nou Camp, en un rife-rafe le metió el dedo en el ojo.
El grave error de Mourinho fue el planteamiento del partido.
Nunca debió sacar a Özil de inicio, pues aunque es un jugador extraordinario y
con un gran futuro, aún no está maduro
para partidos de este calado con la camiseta del Real Madrid. Lo debe
sacar por lo menos casi toda esta temporada de titular contra equipos que estén por debajo del 5º
puesto en la tabla de clasificación y
ahí este gran jugador crecerá y se fortalecerá mentalmente, técnicamente y
físicamente.
Además Mourinho debió
sacar de inicio en lugar de Özil a Higuaín, pues este si está maduro para partidos de este nivel, añadiendo que es un
jugador que tiene gol, y eso es lo que necesitaba principalmente el
Madrid para ganar al mejor equipo del
mundo.
Finalmente Mourinho no estuvo acertado al sacar de inicio
tampoco a Lass en el centro del campo,
aunque sea un gran recuperador, ese
puesto lo debió cubrir Coentrao, para sacar también de inicio a Arbeloa en el
lateral derecho. Luego según fuera el resultado pasado la mitad podrían
entrar Özil y Lass, pero no de inicio
como decidió Mourinho.
Con el planteamiento erróneo de Mourinho el Madrid se quedó
en un quiero pero no puedo. Dejando
clara su prudencia Mourinho convertida en miedo.
Guardiola demostró ser un entrenador con gran visión e
inteligencia, pues ya antes del partido
dijo, que el no venía a jugar al Bernabeu con miedo, sino a ser valiente e
ir claramente a por la victoria.
En el futbol pasa como en la vida, que muchas veces la
mentalidad, inclina la balanza a favor de alcanzar los logros. Sin olvidar que el futbol es un juego y el factor sorpresa
también cuenta.
El Barcelona no se asustó con el primer gol en contra tan
tempranero, estaba confiado en su estilo y comenzó a ir asentando poco a poco su juego para decir
al Madrid: Yo poco a poco jugando suave te iré matando. Y
así antes de llegar al último cuarto del partido el Madrid estaba muerto y bien muerto. Eso si
habiéndose dejado hasta la última gota de sudor peleando con bravura en el
campo, pero como he dicho antes, gritando a los cuatro vientos: QUIERO PERO NO
PUEDO.
Mérida 11 del 12 de 2011
Autor: Víctor Muñoz
Jiménez
No hay comentarios:
Publicar un comentario