(Escrito en Mérida
19/04/2010)
Estamos en la
crisis del alma, de la risa, de los caudales, de las ilusiones, de los
sueños, de la esperanza, pero sobre todo en el pulso del hombre y la
madre Tierra.
La crisis no es un viento que no sabemos de
donde viene ni a donde va. Es una trama de los que no tienen conciencia,
un arma que han creado para someter la mano trabajadora, el ingenio
creador y los espíritus emprendedores.
Se destruye el trabajo y las empresas que los crean, se machaca a los autónomos y las economías pequeñas.
Solo interesa que los grandes tiburones vayan
recogiendo su cosecha y que permanezca
el poder de su riqueza.
Estos tiburones quieren que la ética y la moral suenen por todo el mundo a palabras huecas. Los políticos deben defender a los ciudadanos pero no saben o no contestan o tienen la cabeza en la paga que les asegura una buena mesa.
Seguimos tropezando en la misma piedra, al
pensar por separado, y al actuar muchas
veces en desacuerdo.
Somos incapaces
de unirnos en un clamor permanente que
desestabilice la crisis, y abra para todos, un camino de soluciones que llenen
de nuevas esperanza a tantas familias
atrapadas en la incertidumbre y en la pobreza.
Hay muchos
movimientos y muchas iniciativas de ciudadanos con muy buenas intenciones por
todo el mundo. Pero mientras no haya una unión global de todos, será difícil
parar y reparar los daños globales de esta crisis.
Porque eso sí,
la crisis a sido y es “una y grande” contra
todos, principalmente contra los débiles, porque ellos no se pueden defender,
simplemente tienen que aguantar hasta que su cuerpo resista, sin importarle
mucho a los creadores de la crisis si se debilitan y fallecen.
Si nos
recuperamos de esta crisis y nada cambia para mejorar el bien común ¿De que
habrá valido el sufrimiento de tanta gente por todo el mundo?
Creo que es justo pedir, ya que tantos lo hemos pasado mal, por lo
menos que sirva para mejorar lo anterior a la crisis y que se pongan medidas
protectoras para que no vuelva a llegar
otra, en el resto de nuestras vidas, que con esta ya hemos tenido bastante.
Mérida 19/04/10
Autor: Víctor
Muñoz Jiménez
Excelente reflexión en prosa muy relajada, entendible pero sobre hace conciencia e invita al analisis siempre, como la parte: "...mientras no haya una unión global de todos, será difícil parar y reparar los daños globales de esta crisis." Muy cierto!!
ResponderEliminarGracias Ginnette, es la segunda vez que te contestos y me borran el comentario. Dios los reprenda a quines proceden así.
ResponderEliminarGracias Ginnette por tu comentario y me alegra que coincidamos que tosos unidos vencemos desunidos perdemos.
Un abrazo. Victor.