LA POESÍA ES MI RESPUETAS

BIENVENIDOS A ESTE BLOG

El mundo está lleno de preguntas sin respuestas.
Las calles van llenas de almas que buscan soluciones, objetivos y metas.
Las naciones llenas de luces y sombras, se mueven, como cordilleras con ruedas.
Como a otros muchos, me gustaría que el mundo, fuera de otra manera.
Que hubiera paz y justicia por toda la tierra.
Que el amor fuera la llama verdadera, donde todos los seres humanos, encuentren su recompensa.
No puedo razonarlo ni entenderlo pero
humildemente deseo mejorarlo.
Y para ello la poesía es mi respuetas

Mérida 29 de Septiembre de 2011

Atte. Víctor Muñoz Jiménez.

jueves, 5 de abril de 2012

EL ESPÍRITU DEL SEÑOR UNO ES




Jacob siguió su camino,
Y le salieron al encuentro
Ángeles de Dios.
Y dijo Jacob cuando los vio:
Campamento de Dios es este;
Y llamó el nombre
De aquel lugar Mahanaim.

Génesis 32:1 y  2

El Espíritu de Dios es inmutable, eterno y verdadero, siempre es el mismo  y Él es el que  Es. Todo lo abarca y todo está bajo su poder. El tiene sus propios ejércitos  victoriosos que no saben ni conocerán la derrota. El conoce a todos los hombres  y sabe lo que hay en su interior y nadie puede engañarle. Él es el Padre de todos los espíritus y todos están bajo su control y dominio.

Porque ellos son tu pueblo
Y tu heredad, el cual tú sacaste de Egipto,
En medio del horno del  hierro.

1ª De Reyes 8:51

Cuando Dios está con un hombre como estuvo con Jacob y con un pueblo, como estuvo con Israel, en su salida de Egipto; la victoria está con ellos.

Lleguemos ante su presencia con alabanza;
Aclamémosle con cántico.

Salmo 95:2

Es nuestro deber y obligación alabar  a Dios  y acercarnos a Él con corazón humilde  lleno de amor, de bendición, de adoración en espíritu y en verdad y alejado de todo ídolo,  porque nuestro Dios es un Dios celoso que no admite competencia ni de ídolos ni de hombres.

Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret,
Y cómo este anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos
Por el diablo, porque Dios estaba con Él.

Hechos 10:38

El diablo oprime al hombre de muchas formas y maneras, pero siempre de forma traicionera. Nunca  habla claro diciendo: Yo vengo a apartarte de Dios.
Actúa  como hizo desde el principio  engañando a Eva. Porque su naturaleza es mentirosa y traidora que busca la muerte del alma llevándola al pecado,  una y otra vez, y lucha con todas sus fuerzas y con todas sus armas para hacerla permanecer en ese estado. Para que no tenga vida en comunión con Dios.

Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios.

Romanos 8:8

Los cristianos tenemos vida y vida en abundancia cuando estamos en Cristo y Cristo en nosotros. Nuestra lucha no es contra carne ni contra sangre, como sabemos, sino contra el espíritu de mentira y de traición que tiene su poder en el mundo.  Jesús venció este poder porque Dios lo ungió con el Espíritu Santo en toda su plenitud. Sustentado por el poder de Dios pudo cumplir  la voluntad del Padre por encima de su propia voluntad. Que era destruir la obra del diablo que es el  pecado. Porque el hizo siempre la voluntad del Padre y no la suya propia. Así cumplió con el propósito que el Padre tenía, al encarnar en el Jesús de Nazaret hombre,  el Espíritu de la Verdad y de la Vida. El cual siempre es victorioso contra la muerte y la mentira del maligno.

Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones  y deseos.

Gálatas: 5:24

Distintivo de la carne es el ego, el cual trata de imponer su poder, en la personalidad del individuo. Los deseos egoístas son contrarios al espíritu pacificador. La oposición carnal se alimenta del ego y oscurece el razonamiento en espíritu y en verdad, estableciendo parámetros  materialistas  y autodestructivos del espíritu del hombre. Dando  como beneficios la imposición de la propia voluntad del hombre; por encima de justicias, igualdades y de la voluntad de Dios. Lo cual genera tal río de pasiones que oscurecen la luz del alma y ocultan el verdadero camino que nos  lleva hacia  la senda perfecta del Amor.

Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

Romanos 6:6

El Evangelio verdadero esta basado en la verdad de Jesús de Nazaret y en la certeza de que Dios lo ungió con el Espíritu Santo; habitando en él la plenitud del Espíritu de Verdad. El Espíritu del Señor Uno Es; es el mismo Espíritu que estuvo con Jacob, el mismo Espíritu que sacó a Israel de Egipto, es el mismo Espíritu que llena de alabanza la boca de sus elegidos, es el mismo Espíritu que  resucitó a este rabino errante, 100x100 judío, llamado Jesús de Nazaret.
Por lo cual entiendo que los judíos no deben negar nunca que existió este tal Jesús de Nazaret y los no judíos tampoco deben negar que fue 100x100 judío que conocía y respetaba hasta las comas de  la ley de los judíos. Por lo cual hasta el final celebró la pascua de los judíos como buen cumplidor de la ley.

Si pues habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.

Colosenses 3:1


Hay dos grandes verdades que son columnas  fundamentales en mi fe cristiana. La resurrección de Jesús y la certeza de poder vivir sin pecado acá en la tierra en la plenitud de su reino. Estando llenos de gozo y felicidad  con su contante presencia en nuestras vidas, oyendo directamente en nuestro corazón: Sus mandatos, sus palabras y su propósito para nuestro caminar diario. En esta senda de transición que es la vida en la tierra.

Pero el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.

1ª De Pedro 5:10

No es fácil el paso de ser dominados  por la carne a dejar de serlo. Lo podríamos llamar puerta estrecha de salvación. Lleva sus momentos de renuncia y de sentimientos de total pérdida. Pero la pérdida de vida carnal  se convierte en ganancia de vida espiritual. Donde el Espíritu de Dios  nos  perfecciona, afirma, fortalece y establece como propiedad suya, libre del poder de las tinieblas  y en estado de gracia alejado del pecado  PARA GLORIA DE SU NOMBRE. Así somos su templo  y el entra y cena con nosotros  y mora entre su pueblo  y su pueblo es uno con Él.


¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios  mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él;
Porque el templo de Dios el cual sois vosotros, santo es.

1ª De Corintios 3: 16 y 17

 Jesús nos dijo que él había vencido al mundo.  Cuando el Espíritu de Dios está con nosotros el mundo está vencido.  Recordemos las palabras que Jesús les dijo a sus apóstoles: ¿Por qué teméis hombres de poca fe? Entonces levantándose reprendió a los vientos y al mar  y se hizo grande bonanza……
No podemos dudar de la verdad de las palabras de Jesús porque ello nos lleva al fracaso y a la vida carnal. Y DE NADA NOS VALDRAN TODAS LAS RIQUEZAS DEL MUNDO SI PERDEMOS NUESTRA ALMA.


Mérida 5 de Abril de 2012

Autor: Víctor Muñoz Jiménez






No hay comentarios:

Publicar un comentario